El Santísimo Cristo de la Merced, o Cristo de las Mercedes como también fue conocido en siglos pretéritos, de autoría desconocida,  data, según Rafael Ramírez de Arellano de «finales del siglo XIII o principios del XIV». Según cuentan los cronistas de la orden mercedaria que “En 1416 (1454 según reseña Teodomiro Ramírez de Arellano en su célebre obra «Paseos por Córdoba») viajó hasta Antequera Fray Juan de Granada a redimir cautivos, y estando allí cómo en una gran hoguera, encendida en la plaza mayor, iban a arrojar la imagen de Cristo Crucificado. Pagando su rescate la trajo a Córdoba y la colocó en la iglesia del convento en que era comendador”, se trata de una imagen de madera de estilo gótico, y es el crucificado más antiguo que existe en la cuidad de Córdoba. La imagen esta catalogada como monumento histórico-artístico y ha sobrevivido a tres incendios, el último el de la propia Iglesia de la Merced en 1978